Cultura de Seguridad Alimentaria

“Como se preparan las industrias alimentarias para aplicar la cultura de seguridad alimentaria. Impacto que tendrá la cultura de seguridad alimentaria en las industrias del sector»
Recientemente se ha incluido en las actualizaciones de las normas y protocolos más relevantes a nivel mundial, así como legislación a nivel de la UE, un concepto que, en cierta medida, puede parecernos abstracto por si solo: la cultura de calidad y seguridad alimentaria.
Este término hace referencia a la importancia de la concienciación por parte de toda la organización de la empresa en términos de seguridad alimentaria. La cultura de calidad y seguridad puede definirse como un conjunto de prácticas, ideas, valores y actitudes que se transmiten a los empleados de una empresa de manera directa e indirecta, favoreciendo la iniciativa personal por la calidad y la seguridad de los productos elaborados; sin necesidad de inversiones económicas de grandes magnitudes.
O, dicho de otra forma: que el peso de la calidad del producto y seguridad de los consumidores no sólo recaiga en el propio departamento de calidad, ya que es un objetivo primordial de toda la empresa y concierne a todos los departamentos.
Las empresas alimentarias, más allá de comprender este término, se ven en la necesidad de prepararse de forma adecuada para abordarlo.
Como todo objetivo que se propone, éste debe ser medible, cuestión que no resulta sencilla y menos en un término tan ambiguo. Para ayudarnos a simplificar este concepto, vamos a apoyarnos en los siguientes aspectos:
El término proactividad resulta muy importante en la cultura de calidad, ya que se pretende promover la iniciativa e implicación por parte del personal, aportando ideas o sugerencias que podrían resultar en una mejora de la calidad y seguridad alimentaria.
Estrechamente relacionado con el punto anterior, la figura del personal es esencial ya que los recursos humanos de la empresa deben de ser el motor que impulse todas las acciones y estrategias elaboradas por la dirección. Deben de ser capaces de actuar eficazmente ante fallos en el sistema de seguridad y sentirse parte del sistema de inocuidad. Por ello deben de sentirse recompensados cuando todo gira a favor de la cultura de calidad.
El propósito es la ambición de la compañía por la seguridad alimentaria de su producto. Dicho objetivo debe conseguirse mediante estrategias y objetivos fijados por la dirección de la empresa. Además, se implicará a todos los departamentos de la empresa.
Como ejemplo, un objetivo de cultura de calidad asociado al Departamento de RRHH de una empresa alimentaria podría ser una reducción del número de accidentes a 0, ya que estas situaciones accidentales pueden comprometer al orden y limpieza habitual de la producción, pudiendo afectar así a la seguridad del producto.
Una vez quedan claros los conceptos que quiere trasmitir la cultura de calidad, es el momento de implantarla. Para ello deben tenerse en cuenta los siguientes puntos:
Por último, recalcar la importancia de mantener el plan de cultura de calidad como un sistema “vivo”, donde se realice un seguimiento continuo de los objetivos implantados, y se aborden las desviaciones con soluciones eficaces manteniendo la Cultura de Calidad como parte primordial del motor de la empresa.
Sara Gavilán Amores.
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