¿Qué es IFS HPC? Normas de seguridad en Cosmética, productos de cuidado personal e higiene domestica

En la actualidad dedicamos una media de 70 minutos a la semana en realizar nuestras compras para casa. Cada vez es más habitual ver a los consumidores delante de los lineales estudiando las etiquetas de los alimentos y comprobando sus ingredientes.
Encontramos a menudo a estos consumidores en la sección de carnicería, bollería, lácteos y en cualquier que disponga de alimentos, pero, ¿Cuántos de nosotros nos paramos a revisar estas etiquetas en la sección de cosmética, higiene, limpieza y accesorios para el hogar? Si te sientes identificado con la pregunta anterior, continúa leyendo esta entrada, ya que hoy aprenderás a poder seleccionar estos productos de una manera más segura.
Actualmente existen infinidad de productos relacionados con la cosmética y la higiene en el mercado. Este abanico se ha abierto en los últimos años debido a la gran demanda de este tipo de productos por parte de hombres y mujeres de todas las edades, desde niños hasta adultos. Este fenómeno ha hecho que las marcas tengan que competir por posicionar sus productos en el mercado; ¿Cómo?, os preguntaréis, bombardeando nuestros ojos con multitud de colores, tipografías y olores que entran en nuestra cabeza y nos hacen alargar el brazo y añadirlo a nuestra cesta. Puro marketing.
Pongamos un ejemplo; nos encontramos en la sección de lácteos, dispuestos a comprar un producto que consumimos habitualmente en nuestros hogares, la leche. Buscaremos una que se adapte a nuestras necesidades (sin lactosa, enriquecida en ciertos minerales, etc.) o incluso a nuestra edad. Nos fijamos bien en su etiqueta y verificamos que sus ingredientes se adaptan a nuestras necesidades.
Ahora nos dirigimos a la sección de higiene corporal, donde encontramos gel, champú o jabón de manos, productos que utilizamos incluso más a menudo que la leche. ¿Por cuál nos decantamos? Por el que más nos llame la atención según su nombre, las imágenes impresas en su envase o por su aroma, pero nunca miraríamos la etiqueta de ese producto en busca de sustancias nocivas para nuestro cuerpo.
Es por ello por lo que los fabricantes han de ser capaces de asegurar que el consumidor final está adquiriendo un producto de calidad y seguro. Por ello, en 2009 surge la normativa IFS HPC.
IFS HPC es una norma que tiene como fin auditar los productos de cuidado personal y uso doméstico junto a sus procesos de fabricación. Pertenece a la familia de normas IFS, estructuradas en un protocolo de auditoría y una estricta serie de puntos de control y gestión del riesgo que permiten controlar cada etapa minuciosamente durante toda la cadena de producción hasta el cliente final, garantizando así, la calidad y seguridad de los productos.
La norma IFS HPC aplica a los siguientes productos:
Aunque actualmente la concienciación por la calidad y la seguridad de este tipo de productos se encuentre muy lejos de la que tenemos por los alimentos, creo que los consumidores estamos avanzando hacia un consumo más seguro y al igual que hace unos años, mirar la etiqueta de un alimento era algo inusual, y a pesar de ello, hoy en día es para muchos un acto reflejo; en poco tiempo veremos clientes en los supermercados examinando productos de higiene, cosmética y productos para el hogar.
A pesar de que las etiquetas de los productos citados anteriormente son más complicadas de comprender que las de un alimento debido a la gran cantidad de compuestos químicos que lo componen, podemos informarnos sobre qué marcas cumplen este tipo de normativas y podremos asegurar que estamos comprando un producto seguro para nuestro uso personal.
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